ni volcanes ni paroslograron alterar mi itinerario.
En este otonio europeo
caracterizado por las altas temperaturas,
casi casi veraniegas,
Estocolmo no era excepcion.
Por suerte!
Hotel periferico
habitacion pequenia
precio alto, muy alto
como todo en esas latitudes.
Me senti como una huesped
del Bates Hotel de Psycho.
Dormir, desayunar, tener reunion,almorzar, seguir en reunion, cenar
TODO en el Bates hotel
NO hace bien la salud mental.
Quizas es por este motivo
que mi yiro por Estocolmo
luego de haber recuperado
la libertad
fue una experiencia
Religiosa, como diria Quique Iglesias.
Me llene nos ojos de belleza.
No me refiero a la ciudad,
que si es muy linda, limpia,
ordenada y bastante pintoresca.
Me refiero a esos vikingos
con barba como a mi me gustaaltos, robustos, con ojos claros
que me volteaba a mirar
cual albanil cada vez que
me pasaban cerca.
Me gustaban todos.
Menos los rubiotes altos y flacos
vestidos de metrosexuales
cool. Esos no me gustaron nada.
Esos vikingos castanios,
vestidos como hombres,
nada de pantalones chupines
arremangados y mocasines de trolo,
me llenaron los ojos de belleza. Casi como apariciones divinas
me obnubilaron.
Claro mis pensamientos
cada vez que los veia
no eran de los mas castos y puros.
Menos mal que los pensamientos,
almenos por ahora,
permanecen secretos,
porque si alguien me
hubiese podido leer la mente
me deportaban de Suecia,
con esposas y camisa de fuerza.
Mi cara de satiro en la ultima foto
lo demuestra en modo claro.
Lo mejor de Suecia
no es el orden, la super calidad de vida,
el salmon ahumado,
IKEA y H&M,
Son esos vikingos que
cada vez que pasaban
me dejaban suspirando!!!!!!!
