Odio esperar. Odio la sensacion de no hacer nada mientras espero para hacer algo. Odio mirar el reloj, odio no saber cuantos minutos pasaron desde la ultima vez que mire, asi que inevitablemente lo miro y me deprimo porque son siempre muchos menos de los que me esperaba.
Hoy me toca esperar en el aeropuerto de Roma gracias a un inesperado cambio de mi reserva ofrecido gentilmente con 2 dias de aviso por la compania aerea. Tengo que esperar 6 horas y media para ser exacta hasta que salga mi vuelo para Split- Croacia.
Y mientras espero y suenio que las horas pasan rapido, me dedico a observar a mis companieros de espera en esta Torre de Babel
Me doy cuenta de que con los anios va mejorando mi olfato para adivinar las nacionalidades de las personas que me circundan. Me doy cuenta tambien que muchas veces mi mente mezcla las personas de una y otra vida, por asi decirlo, de uno y otro continente que forman parte de mi vida. Y asi casi sin darme cuenta creo de ver una ex companiera del secundario en el aeropuerto de Munich o caminando por las callecitas estrechas del centro historico de Genova.
Me acomodo en una zona bastante tranquila con mi valijita a mano, en donde con arte y estrategia logre meter la ropa que utilizare en los 11 dias de vacaciones en Croacia, junto a los regalos que llevo. El motivo de mi viaje, mas alla de las vacaciones de verano es el amor. Mi amor vive en un pueblito en la Riviera de Makarska y los regalos son para su madre y su abuela. Mientras trato de escuchar un poco de musica pienso que estas horas de espera podrian ser mas soportables si me comprara un cuaderno y me metiera a escribir las cosas que veo y que siento. Y me doy cuenta de estar rodeada de varios personajes interesantes
Un hombre que parace recien levantado gracias a una cara de dormido considerable y sus movimientos lentos, lentisimos se arrastra hasta un banquito y con una cara “Prozaica... Valiumitica” saca un sandwich del papel aluminio que tiene en una mochila. Empieza a comer. Hora 11.34.
Se sienta a mi lado una pareja, segun mi olfato son rumenos. El hombre panzon se saca el zapato y la mujer le empieza a poner crema en un pie hinchado y venoso. Con gran calma y amor lo masajea bien mientras charlan animadamente sin siquiera considerarme. La mujer le refriega el pie, que es lo mas lejano a algo bello que he visto en semanas, pensando que es lo mas normal del mundo. Y yo pienso que no es ni normal ni agradable, y agradezco al Santo de las Cosas Feas que la tortura se termino apenas los veo irse despues de haber sentido que anunciaban el check in para un vuelo.... no importa cual.
Me doy cuenta de que atras mio esta sentada una familia argentina. Seguramente son del interior, no sabria definir de donde, quizas Prov. De Buenos Aires porque el acento no es marcadisimo ni de esos que conozco. Iniciando la busqueda del cuaderno que me salvara de esta espera infinita, o almenos eso espero, me acerco a las mujeres de la famlia, (el marido y el hijo no estan, quizas andan dando vueltas tratando ellos tambien de matar el tiempo) y les pido si me miran un segundo la valija y el bolso mientras voy un segundo al negocio que esta a 10 metros. La mas joven de las dos alza la cabeza me mira sin mirarme, sin simpatia al sentir que mi acento es como el suyo, y me dice que si. Y basta. En el negocio no consigo lo que estoy buscando asi que vuelvo, agradezco y me vuelvo a sentar tratando de pensar donde puedo conseguir un normal cuaderno. Pienso en las mujeres argentinas sentadas atras mio. Pienso en las cosas que les podria haber contado de mi en una de esas conversaciones de sala de espera que siren para matar el tiempo, que es al final otra cosa que podriamos tener en comun ademas del acento.
Hora 12.18. El “Prozaico” esta por terminar el sandwich.
Les hubiera contado que estoy yendo a conocer la tierra de mi amor. Que son ya casi 2 meses que no nos vemos. Que vivo en Genova y que como me cambiaron el vuelo, adelantandomelo de un dia, estas horas de espera son horas robadas. Una yapa que seguramente en este momento no aprecio mucho, pero que con el tiempo y de alguna manera sabre apreciar.
Mientras pienso esto veo pasar hacia el bar un clon de Vladimir Putin pero mas alto. Lo acompania una chica joven, esbelta, rubia y vestida toda de blanco. Creo que es la hija ya que mas atras veo aparecer una mujer que se le parece mucho a la jovencita. La chica tiene una cartera de Valentino y no es de esas truchas que veo que venden los senegaleses en el Porto Antico de Genova. Es verdadera y probablemente cuesta como 7 sueldos mios. Feliz ella... pienso, y veo pasar un grupo de japonesas todas con sombreros, son almenos 20 y todas tiene un sombrero para cubrirse de los rayos del sol. Nosotros occidentales nos matamos al sol, vamos a buscarlo, viajamos medio mundo para encontrarlo y ellas en vez escapan. Medito sobre el hecho curioso de que en mi opinion los rusos se han convertido en los japoneses del nuevo milenio en cuestiones de moda. Compran marcas desaforadamente, como simbolo de status, cierto, los rusos tienen un gusto decididamente mas vulgar que los japoneses. La vugaridad y el exceso sumados a la capacidad ilimitada de compra son dedididamente dos elementos que llevan solo que al desastre.
Horario indefinido, seguramente despues de las 12.30. El “Prozaico” se acomoda y cierra los ojos en un intento por dormirse. La boca en vez, permanece abierta. Este hombre no esta bien, a este punto me resulta bastante claro.
En mi estado de vacua espera, veo en un frances torpe que lucha con el carrito en donde tiene varias valijas, la nariz de mi primo Bernardo. Identica.
Sin querer me descubro hipnotizada por una pareja de ingleses. Son jovenes, al maximo 25. Ella es alta y linda. El es medio petacon y rechoncho. Se agarran de las manos, imagino que son las primeras vacaciones juntos, estan excitados ante la idea de descubrir algun rincon del mundo juntos. Se abrazan y mirandose con infinito afecto se dan un beso. Casto y tierno. Cierro los ojos y pienso en como va a ser el beso que me va a dar Ale cuando llegue al aeropuerto de Split y en como me voy a sentir, y evaluo si va a haber alguien como yo en este momento a robar la intimidad de este gesto entre nosotros.
Los movimientos de los ojos del “Prozaico” inician realmente a inquietarme. Estoy segura de que si se duerme profundamente pierde el vuelo. Quien sabe quizas se puso el despertador.
Luego de haber comido un pedazo de pizza y un cafe me cambio de lugar a ver que companieros de espera me regala este aeropuerto. En el camino encuentro un negocio que vende postales, y logro comprar por un precio modico un cuadernito con tapa naranja y hojas cuadriculadas y una lapicera verde. Me siento cerca de una pareja de italianos jovenes con un nene que tendra menos de 2 anios y duerme placidamente en los brazos de su mama. Hablan en dialecto. Del sur seguramente, podria ser napolitano. La mujer me mira mientras escribo como una loca todas las cosas que vi y pense hasta le momento, quizas piensa que soy una escritora, o simplemente una turista que esta escribiendo sobre sus vacaciones en la ciudad eterna. O que estoy escribiendo una carta a alguien. Ella no sabe que esta espera es mi punto de partida, quien sabe las cosas que escribire cuando estare de nuevo en este aeropuerto en 11 dias.
Alzo la cabeza y veo que adentro de esta parte del aeropuerto hay unas palomas que van y vienen. Y me acuerdo de Constitucion, salvando las distancias desde ya. Por suerte no veo mierda de palomas.
Otra pareja se sienta cerca con sus dos hijos. Hablan en ingles. Ella es mucho mas joven que el y los nenes tendran al maximo 3 y 4 anios. Algo que me sorprende es que los nenes tienen unas mochilitas denticas con el cuerpo de un monito. De la mochila sale una correa. Los nenes parecen dos lindos perritos prontos para salir de paseo. Mientras la madre escribe con el blackberry el papa los lleva atados de aca para alla. Los napolitanos los miran como pensando que estan locos. Que los nenes son nenes y que es lo peor que puede pasar en un lugar como una sala de espera de un aeropuerto? Que el nene salga corriendo? Estoy de acuerdo con ellos, la imagen parece bastante cruel... poco natural, pero quien soy yo para juzgarlos que no tengo dos hijos pequenios?
Cambio lugar y vuelvo a donde estan los argentinos. Con sopresa veo que en mi viejo “vecindario” las cosas siguen igual. El “prozaico” se dedica parsimoniosamente a comerse un helado. Por su bien, y el de su ropa espero que tarde menos que con el sandwich.
Antes de sentarme nuevamente en mi lugar fui hasta donde estan todos los monitores con los mostradores para el check in. Mi vuelo de Croatia Airlines va a Zagreb. Ahi esta... la puta me agarra la duda. Se me hiela la sangre pensando que hice todo mal, que la linea aerea me cambio el dia del vuelo y el destino tambien. Me pasan siempre estas cosas. Externamente parezco serena y experta de viajes, pero dentro de mi estoy siempre aterrada de haberme confundido, de dia, de hora, de tren, de colectivo. Lo peor que me pasa por la cabeza es que generalmente uno se da cuenta demasiado tarde de estos errores. Por este motivo trato de encontrar a alguien que me explique, que me aclare, que me confirme que ese vuelvo va a Spilt primero.
Los argentinos estas peor que yo ya que el vuelo sale a las 20.40, el mio sale a las 17.30. Se todo esto porque ya el año pasado tuve que esperar en este mismo aeropuerto desde las 11 hasta las 20.40... creo incluso que estuve sentada en este mismo lugar en el que en este momento escribo como endemoniada en mi cuadernito naranja.
Cansada de escribir me meto a jugar sola con mi alma al “Veo, Veo” y veo las siguientes cosas:
- Veo un tipo sesenton vestido como un jugador de tennis de Wimbledon de los sesenta, incluido el pantaloncito que le marca el bulto corrido para un costado
- Veo un grupete de italianos que no tienen mas de 20 años y se creen los mas pistolas del Condado. Todos con anteojos espejados, gel, pantalones cortos y sandalias. Imagino que hablan de todas las minas que van a conquistar, de los pedos que se van a poner, de las fotos con minas en bikini que van a sacar para mostrarles a los giles que no puedieron venir lo que se perdieron.
- Veo algunas azafatas esplendidamente vestidas, maquilladas y peinadas. Parecen escandinavas, todas rubias, ojos claros y rasgos nordicos. Me acuerdo que cuando era chica pensaba que las azafatas eran lo mas de lo mas. Los mas finos y exquisitos ejemplares de la categoria femenina... Basta poco y veo unas gronchas de una linea aerea che podria perfectamente llamarse “Air Mersa” y mi teoria infantil cae a pedazos.
- Veo un viejo que me mira y me sonrie. Le respondo con una sonrisa falsa y veloz y sigo con mi juego, no sea el caso que se acerque y me tenga que ir de “mi” lugar en esta sala de espera.
- Veo valijas... y mas valijas.... de todo tipo, color, dimension. Valijas rigidas ultramodernas a las que le falta solo que se muevan con control remoto, veo trolleys chiquitos llevados por hombres de negocio, valijas viejas y maltratadas, valijas remendadas, valijas con moños y cintas, autoadhesivas y cosas escritas, veo 5 valijas para una persona y 5 personas con una valija.
Despues de mirar tantas cosas y escribir solo algunas, me doy cuenta que teoricamente el check in puede estar ya abierto. Y lo esta. La noticia que recibo no me alegra minimamente: la linea aerea con la que compre el pasaje, Air One, no paso la informacion a la Croatia Airlines de que me cambio el pasaje. La mina del mostrador no puede imprimir el pasaje nuevo, ni meterme en la lista..... Panico.... Trato de no perder la calma, le explico que hay gente que me va a ir a esperar al aeropuerto y que ya estan en camino, que la linea aerea me cambio el vuelo, y en consecuencia me tuve que morfar varias horas inutiles de espera, etc etc etc, siempre con altura y diplomacia. En un cierto momento la gente sigue pasando, haciendo el check in y llendose, y yo sigo parada en un mostrador esperando que me den alguna respuesta. Llega la “jefa” y le digo con los ojos llenos de lagrimas que tengo que viajar, que me estoy por reencontrar con mi novio, que voy a conocer a su familia, su pueblito....la mina es croata y se ve que la enternezco porque me acopania a donde tengo que ir a llevar los documentos que tengo a ver que pueden hacer.... Cuestion que en menos de 10 minutos luego de un pesimo inicio “Señora veamos un poco cual es la multa que tiene que pagar por haber cambiado el pasaje...? ” What???? No pierdo la calma y le explico como estan las cosas. Me imprime un pasaje y anota cosas con la lapicera, y mientras me lo da me desea buen viaje.... Corro al mostrador, hago el check in y cuando me doy vuelta para salir corriendo hacia la zona de embarque, veo todas las chicas del mostrador de la Croatia Airlines que me saludan, me desean buen viaje y buen reencuentro con mi novio. Se ve que mi expresion era realmente conmovedore! Sigo corriendo y me doy cuenta de que estoy sudada como si hubiese pasado las ultimas 3 horas en un sauna.... me siento 2 minutos, me seco el chivo con unos carilinas que como dice mi madre, siempre hay que tener en la cartera y me voy al duty free a hacerme un regalo y ponerme presentable. Perfumito, plin caja... alegria inmensa.
Mientras espero frente a la puerta desde donde sale mi vuelo perfumada y mas relajada veo a la pareja con los nenes atados a las correas. Despues de 30 segundos entiendo el motivo de esta atrocidad: los nenes son pestiferos. Sobre todo la nena que mientras su mama mira una revista, continua a darle patadas a una mesita en donde su hermano esta comiendo un chocolate con todo el cuerpo. El nene responde, le da un manotazo, la nena cae al piso, empieza a llorar, la madre grita, el padre se acerca, agarra al nene lo reta, la nena sigue gritando como una marrana.... Pasan 5 minutos y la nena le roba la revista a la madre, la ace un bollo y trata de salir corriendo, pero como esta atada no puede asi que se mete a forcejear con la madre enfurecida que grita como una endemoniada. Enough for me!! Jesus, me agotaron....
Se embarca y mientras camino por el pasillo veo que la familia Delirium Tremens esta sentada en mi fila.... Por suerte la madre se agarra a los dos borregos y a mi me toca el padre con quien no comunico durante la hora y algo de vuelo. Aterrizamos y estoy emocionada. Miro todo por primera vez..... Y espero que esta espera, esta espera deliciosa, estas horas en la Torre de Babel se repitan pronto.... pero no demasiado.
